El profundo estudio del pixel es la piedra angular de esta obra, explorando mucho más allá de la superficie. Las composiciones sirven como puentes entre la tecnología y la esencia de la luz, nutridas por una sólida formación en diseño y una infancia inmersa en los videojuegos. Cada obra destila formas y simplifica la esencia de la luz, fusionando lo tecnológico con lo conceptual para crear un universo visual cautivador. La geometría se convierte en un elemento fundamental, guiando al artista hacia una apreciación profunda de la luz y su influencia en la percepción visual. Este enfoque resulta en un cuerpo de trabajo que invita a la reflexión y la contemplación, explorando la relación entre el arte y la tecnología con la luz como elemento central.
